lunes, 18 de febrero de 2013

Al respecto de la crítica biográfica



La crítica biográfica puede definirse como un corpus de textos literarios cuyo rasgo sobresaliente es la hegemonía de la no-ficción sobre la ficción. Es decir, consiste en una investigación realizada sobre la vida y obra de un individuo cuya sociedad ha determinado como de relevancia para ella misma. Dicha investigación se sustenta en documentos históricos, ya sean actas de nacimiento, matrimonio o defunción así como cartas, entrevistas o producción literaria. Sin embargo, debe tenerse claro que aunque la no-ficción es un rasgo sobresaliente en la obra, es imposible separarlo de la ficción, pues ésta tiene la función de hacer más ameno y atractivo el trabajo documental y de sortear las dificultades del mismo, es decir, intervenir en los casos en que el biógrafo no cuenta con documentos fidedignos para relatarnos qué ocurrió. En ese sentido, estaríamos frente a lo que Pierre Bourdieu designó como ilusión biográfica. Entonces, el plano de la ficción interviene a partir de la interpretación que el biógrafo lleva acabo sobre su biografiado a partir de la existencia de documentos fidedignos, o como decía Octavio Paz, “El objeto de la biografía es convertir al personaje lejano en un amigo más o menos íntimo” (1982). Sin embargo, la veracidad en la vertiente de autobiografía puede ser tramposa ya que al fundarse en la idea que quien escribe es el mismo sujeto de quien se habla, esto en un ejercicio de desdoblamiento del yo (yo escribo sobre mí para leerme), se puede dar por sentado que el sujeto, poseedor de los datos necesarios para hacer una biografía a profundidad, hablará de los hechos apegándose a tal y como ocurrieron. No siempre se cumple con tal idea, en ocasiones el biógrafo-biografiado se reinventa a sí mismo y puede evitar tocar temas que le son incómodos. De acuerdo con Alejandro Lambarry, si la biografía posee como cualidad el  carácter de verosimilitud; la autobiografía se caracteriza por el estilo narrativo en que se da cuenta de los hechos elegidos por el escritor. Rasgos que Lambarry define como método y texto literario, respectivamente.

El método se refiere a la investigación que sustenta la biografía, los documentos que se han consultado, la prioridad que se ha dado a cada uno de ellos así como el punto al que el biógrafo quiere llegar y la interpretación que hace de los mismos. 

En el caso del concepto de texto literario, lo que pesa es la intencionalidad del biógrafo-biografiado, es decir, cuáles han sido los temas que ha decidido abordar y por qué.

Por otro lado, para autores como François Dosse, la biografía se encuentra como un género intermedio entre literatura e historia, ya que es un discurso de "autencidad" que para llegar al lector, necesariamente se convierte en una narración literaria. Eso hace de la biografía una ficción verdadera, es decir, un acontecimiento ocurrido en el mundo natural pero que al ser contado, es embellecido por los recursos de lo literario. Para Dosse, la biografía es un instrumento que sirve para explicar y verificar los procesos de pensamiento y creación de un determinado autor. Sin embargo, no debemos olvidar que la biografía, a pesar de la dedicación que el biógrafo le ha dedicado siempre será un texto incompleto. Jan Kjaerstad concuerda con Dosee con respecto a que, constantemente, se mira a la biografía como un documento poseedor de verdad absoluta, cuando, en realidad es una mentira biográfica, articulada por la imaginación del autor, en otras palabras, creada por una subjetividad.

La biografía como corpus literario existe, al menos en Occidente, desde la consolidación de sus primeras civilizaciones, ello demuestra la importancia que histórica, cultural y políticamente tiene la memoria colectiva en una sociedad determinada. Las primeras biografías se remontan a la cultura grecolatina, siendo las más conocidas las escritas por Suetonio sobre las vidas de los emperadores romanos Doce césares. Desde esta perspectiva no es gratuito que Estados Unidos conserve la práctica de asignar un biógrafo a cada presidente que ha tenido, lo que se traduce en el poder político, económico y político de dicho país. Por el contrario, México es un país donde el género no se ha cultivado mucho, lo cual nos afecta en nuestra comprensión de los cambios sociales, políticos y culturales por los que estamos atravesando. La producción de obras biográficas en nuestro país también se ha visto afectada por el deterioro en que se encuentran nuestros archivos, desde los pertenecientes al período del Virreinato hasta los documentos que pertenecieron a escritores contemporáneos.

Algunas referencias a consultar sobre el tema:

Delgado Silverio, Gregorio. Biografía y literatura de ficción. En http://mediaisla.net/revista/2013/01/biografia-y-literatura-de-ficcion/

Gómez Goyechene, María Antonieta. Algunas confluencias epistemológicas en la actual crítica literaria. Véase: http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/47/TH_47_001_033_0.pdf. 1992.

Lambarry, Alejandro. ¿Qué es la crítica biográfica? http://bio-autobio-memorias.blogspot.mx/2013/01/que-es-la-critica-biografica.html.

Loaiza Cano, Gilberto. “El recurso biográfico” en http://redalyc.uaemex.mx/pdf/811/81102712.pdf

Paz, Octavio. Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. FCE, México, 1982. 

Pozuelo Yvancos, José María. De la autobiografía. Teoría y estilos. Editorial Crítica, Barcelona, 2006

Sánchez Zapatero, Javier. “Autobiografía y pacto autobiográfico: revisión crítica de las últimas aportaciones teóricas en la bibliografía científica hispánica”.

Woods, Richard D. “Mexican autobiography: an essay and annotated bibliography”. Hispania Diciembre 1994: 750-802.


1 comentario:

  1. Rescatar la metodología que se persigue al hacer una crítica biográfica es una excelente aportación, así como el rescate que haces de la definición François Dosse; ésta, creo que evidencia que debemos considerar a la crítica biográfica como ficción, abriendo una posibilidad de considerar a las biografías como un género literario. Saludos.

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